La educación física  cuenta con una herramienta muy poderosa y de  gran influencia en los niños: El juego. Todo se aprende más  fácil si es de forma jugada; En ese espacio tienen la posibilidad de desarrollar diferentes patrones  motores los cuales constan de movimientos simples como alzar una mano, mover un pie, girar el tronco, entre otros,  pero si son combinados  dan paso nuevas habilidades como caminar, correr, saltar, lanzar, atrapar, cada uno con un nivel de complejidad  y es de esta manera que se estimula y oxigena  el cerebro de los niños haciendo que sus respuestas sean más  rápidas y eficaces  tanto en lo motriz como en lo  mental.  

 

 

El juego también es una forma en la que el niño representa sus pensamientos y conceptos formados hasta ese momento, además de  vivenciar  diferentes situaciones que puede  experimentar en un futuro como adulto, tales como: establecer  reglas sociales, entablar relaciones con los demás, la  aceptación al rechazo, el autocuidado,  valores morales.  Cualquier cosa que  desees enseñar, por medio del juego a los niños debes llegar,  ya que lo asocian con placer y diversión.

 

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Así que no le niegues la oportunidad al niño de jugar y cuando lo veas en clase de educación física no pienses que es solo por entretener. Si un niño  se quiere  expresar, escúchalo,  si te pregunta  por qué,  responde el porqué, si se quiere  mover y todo objeto que ve lo quiere tomar, déjalo porque es la forma que tiene para conocer el mundo que lo rodea… y recuerda como dijo Neruda: “ El niño que no juega no es niño. Pero el adulto que no juega perdió para siempre el niño que vivía con él y el que le hará mucha  falta”. Pablo Neruda.

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Escrito por: Natalia Andrea Diaz

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